Uno de los platos que nos acompañan todos los veranos, el ajoblanco de toda la vida acompañado de una sencillísima gelatina y unas deliciosas anchoas.
Ingredientes.
- 250 g de almendras crudas
- 100 g de pan del día anterior
- 2 ajos
- 1 litro de agua mineral
- 10 cl de aceite de oliva virgen extra
- 1 lata de anchoas de calidad
Para la gelatina de vino
- 1 vaso de vino blanco
- 1 hoja de gelatina neutra
Prepara la gelatina poniendo a calentar en un cazo el vino, cuando empiece a hervir incorpora la gelatina que teníamos hidratándose en agua, mezcla hasta incorporar la gelatina y apártala en un recipiente hasta que enfríe y cuaje. Reserva en el frigorífico.
Para el ajoblanco incorpora en un vaso de batidora las almendras, el pan y los ajos. Tritura hasta conseguir una masa homogénea y añade el agua. Bate bien y ve agregando el aceite poco a poco en un hilo fino, como si estuviésemos montando una mahonesa. Rectifica de sal, pasa por un chino y reserva en el frigo hasta la hora de servir.
Obviamente las medidas que te doy no son exactas, todo depende de tu gusto, te recomiendo tener especial cuidado con el ajo, ya que si no eres muy amante de los sabores fuertes y te pasas, puedes hechar a perder la receta.
En un vaso o cuenco sirve el ajoblanco, decorándolo con unas gotas de aceite, la gelatina de vino, unas almendras picadas y una mini brocheta de anchoas.