Ingredientes:
- 2 Kg de manitas de cordero
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- 1 cabeza de ajos
- 10 granos de pimienta
- 1 hoja de laurel
- 100 de pasas
- unas hojas de menta
- Pasta filo
Para el membrillo al vino:
- 200 g de membrillo despepitado y pelado
- 150 g de azúcar
- 1/2 vaso de vino tinto
- Unas gotas de limón
Lo primero que quiero decirte es que no te asuste la cantidad de manos de cordero, aunque llenan bastante, veras que la mayoría es hueso.
Empieza antes que nada con el membrillo de vino, es tan simple como cocer todos los ingredientes durante 30 minutos, tritúrarlos y dejar reposar hasta que enfríe y lo vayamos a utilizar. Puedes hacerlo unos días antes porque aguanta bastante tiempo.
Introduce las manitas bien limpias en una olla expres, junto con la zanahoria, la cebolla, la cabeza de ajos entera, la pimienta y el laurel. Cubre de agua, añade sal y cierra la olla, deja que cueza durante unos 40 minutos para que las manitas queden bien tiernas.
Saca las manitas del caldo y una vez templadas ve deshuesándolas y dejando la carne en un recipiente. Añade como la mitad de las pasas y las hojas de menta o hierbabuena bien picadas. Mézclalo bien y déjalo enfriar. Ten en cuenta que al enfriar la gelatina propia de las manos hará que adquiera textura y coja la forma del molde.
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Así queda como una gelatina completamente dura |
Cuela el caldo de las manitas y ponlo de nuevo a cocer hasta que quede con la textura de miel. Añade el resto de las pasas y mantenlo caliente hasta la hora de servir.
Corta la gelatina de las manitas en forma regular y envúelvelas en pasta filo, haciendo una especie de paquetitos, untalos con mantequilla e introdúcelos al horno a 150ºC hasta que la pasta adquiera un tono dorado, unos 10 minutos aproximandamente.
Sirve el paquete de manos, rocía con la reducción de su caldo y acompaña con unos toques de membrillo al vino.