Corrían los principios de los ochenta cuando el genio francés Michel Brass creaba y patentaba su coulant de chocolate, una de sus creaciones estrella y uno de los postres más copiados del mundo (toma patente). Volcán de chocolate, suflé de chocolate o, mi preferido, muerte de chocolate, todos los términos se refieren a este mismo postre, bizcocho por fuera y cremoso en su interior. Ideal para cualquier ocasión y perfecto para los mas golosos.
Ingredientes.
- 6 huevos
- 200 g. de mantequilla
- 110 g. de harina
- 150 g. de azúcar glass
- 220 g. de chocolate para postres
- 1 pellizco de sal
Bate los huevos con el azúcar glass e incorpora la harina y la mantequilla en pomada, mezcla todo hasta conseguir una masa uniforme e incorpora el chocolate fundido y la sal. Puedes agregar también ralladura de naranja, canela o cualquier licor que te guste. Cuando todos los ingredientes estén incorporados repártelos en los moldes, pero no los llenes hasta el borde porque la masa sube al ser cocida.
Yo he utilizado unas flaneras de las que venden en cualquier chollo que previamente untados en mantequilla y enharinados, para evitar que se pegue la masa, van bastante bien. Con esta cantidad de ingredientes he tenido para 10 unidades.
Deja reposar la masa en las flaneras durante al menos dos horas, puedes conservárlos unos días en el frigorífico e incluso congelarlos y reservárlos hasta su uso.
Introduce los coulants en el horno previamente caliente a 200ºC durante 7 minutos, es muy importante controlar el tiempo ya que si se cocinan demasiado no conseguirás el efecto de interior cremoso. Aunque cada molde es diferente y pueden variar los tiempos, nunca necesitaran mas de 10 minutos, sabrás que está perfecto cuando la mezcla suba y se vea cocinado en su parte externa y tembloroso por el centro. Si no te sale a la primera, no desesperes pero te advierto que es mas fácil de lo que parece.